“De repente un papel dice que ya no sos parte.. que a partir de tal fecha no sos quien eras en un lugar.. encima utilizan la palabra “renuncio”, como si uno renunciara a todo lo que lo otro representa.
Y dónde se guarda lo vivido, lo compartido, lo soñado en conjunto.. lo apostado y
ganado.. y entendí que todo eso se transforma.. se suma a nuestra vida dejando ese capital
humano que nos vio crecer… espero haber dejado una buena huella en mi paso, créanme que
mi entrega fue sincera pero desde mi humanidad, que tiene eso.. no es perfecto.”
Con este mensaje me despedía de lo que fue mi ultima relación laboral. La vuelvo a leer y no
se si despido a un novio o a una empresa. Dos años me llevaron darle el punto final a esa
historia.
Y fue maravilloso lo vivido, los siete años ahí, los seis años en mi trabajo anterior, los
cuatro en el otro.. los tres al inicio… los tres super joven; si hago cuentas esto representa casi
la mitad de mi vida.
Años de aprendizaje, de errores, de caídas y levantadas, de compartir, de
enojarme, de desanimarme, de llenarme de encuentros, de una pandemia, de muchas crisis
argentinas: en fin un largo camino.
En algunas encrucijadas, dude, en otras decidí rápido y doble, pero hubo una que es la que
me trajo aquí. Parada enfrente al cartel de bifurcación
logre frenarme y no elegir la ruta obvia, la linda, la que cualquiera mataría por poder tomar:
pare y me pregunte si era MI ruta.
Perderse hace al camino es el inicio, es el único tatuaje que decidí hacerme… y allá fui: mi vida mi ruta.
El vértigo es inevitable cuando sentís vas a lo desconocido, pero, realmente es desconocido?
O es lo mas conocido de todo: iniciar la búsqueda de lo que nos de bienestar todos los días. No un día ni dos al año, acostarte sabiendo que hiciste algo que te gusto y por el cual, si tenes suerte también te pagan.
La sensación de libertad es un condimento asociado, hermoso y bello que nos permite ver que no nos liberamos de una estructura, si no que nos permitimos iniciar una busqueda.
Haber sumado herramientas en el recorrido nos da confianza, para sacarlas cuando las necesitemos. Se convierten en un buen GPS: util, necesario y confiable.
Otro tema es esperar el momento oportuno en nuestro bendito pais, si es por eso viviriamos siempre paralizados, aguardando el tiempo justo afuera, cuando es un estado propio.
Luego el proceso, colgar el cartel de “Sitio en construcción” y EMPEZAR. Cuaderno en mano, lo que si, lo que no, lo que quizas mas adelante. Donde pisar, esto sera firme? O era pura madera estropeada?.
Construyendo se pueden ver primero los cimientos y luego analizar que materiales quiero: sostenibles, duraderos o difusos y convenientes.
Por suerte, y si, así lo llamo porque es cuando la oportunidad se junta con la habilidad, fui encontrando gente que me entendía, que hablaba mi mismo idioma: que sorpresa! El camino menos transitado parece que si tenia muchos transeúntes.
Hoy, siento cada vez menos miedo y mas confianza, es por días no les voy a mentir. Lo bueno es que una sola devolución de un cliente me vuelve al camino en un segundo, donde me siento entendida y no perdida, sintiéndome parte de algo lindo.
No se si grande, espectacular o trascendental, pero si útil y valioso para quien lo experimente.
Mercedes Bacile
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